Biografía
Nombre completo:
Christian Sáenz Castro.
Lugar y fecha
de nacimiento: 8 de diciembre de 1974 en la clínica SANTA
TERESA de la ciudad de México a las 19:38 PM.
Color de piel:
Blanca.
Color de cabello:
Rubio dorado.
Color de ojos:
Azul-verdoso.
Hobby: Los
deportes acuáticos, conducir autos deportivos y motos.
Ídolo:
Verónica Castro.
Religión:
Católica.
Partido político:
"La política es para los políticos".
Primer beso:
En el kinder. Christian siempre ha tenido mucha aceptación
entre las niñas. Desde chico tuvo mil novias.
Música
preferida: El rock y el pop.
Fantasía
por realizar: Ser reconocido como el mejor director cinematográfico.
Primera presentación:
De meses de nacido hizo un comercial al lado de su madre. Tiempo
después se reveló como el actor al lado de Silvia
Pinal en "Mame" lo que lo llevó a grabar su disco
"El gallito feliz".
De no haber
sido estrella, ¿qué sería?:"Director
de cine".
Actuaciones:
"El derecho de nacer" al lado de su madre siendo todavía
un bebé. "Mame", obra de teatro en la que proyectó
su gran potencialidad como actor. De adolescente conquistó
con la telenovela "Las secretas intenciones" al lado
de Yolanda Andrade.
De carácter
explosivo, ha experimentado como actor y cantante, pero su anhelo
real es desarrollarse como director de cine. Hijo de Verónica
Castro y Manuel 'El Loco' Valdés, Cristian nació
famoso, pero luego se encargó de obtener logros propios
con su carrera como cantante.
Conoció
la fama desde que nació: ser el primogénito de Verónica
Castro significó para Cristian ser perseguido desde pequeño
por las luces de las cámaras y la curiosidad de los periodistas,
con quienes hasta la fecha no ha logrado entablar una relación
cordial.
Ese niño
'güerito' de ojos claros y pispiretos como su madre y con
una sonrisa igualita a la de su padre (Manuel 'El Loco' Valdés),
tuvo su primer éxito en el mundo del espectáculo
con su interpretación de la canción Gallito Feliz,
que a la fecha aún incluye en sus conciertos.
Bajo el cobijo
de su madre, su tía Beatriz y su abuela, Cristian fue dándole
forma y vida a su carrera, a los siete años fue locutor
de radio y tuvo su propio programa: La hora de Cristian.
Más
tarde combinó la actuación con el canto al participar
en el festival Juguemos a Cantar y en la obra musical Mame, en
la que compartió el escenario con Silvia Pinal y que fue
la primera de las experiencias artísticas que le dio la
satisfacción de ser reconocido con varios premios cuando
apenas tenía nueve años.
A los 15 debutó
en el Festival de la OTI con el tema 16 diciembres y retomó
su faceta de actor al participar en la telenovela Las Secretas
Intenciones.
En 1991, grabó
su primer disco, Agua nueva, en el cual incluía la canción
No podrás, que se convirtió en un éxito a
nivel continental.
¡Viva
la libertad!
A la par que
conoció el éxito cosechado por trabajo propio, Cristian
se alejó un poco de su madre, en una etapa en la que se
caracterizó por sus escandalosas declaraciones, como cuando
confesó su adicción a las drogas.
Por ese tiempo,
Cristian también reconoció que su padre era el cómico
Manuel 'El Loco' Valdés.
"Sí
soy hijo de Manuel Valdés, pero a ese señor ni lo
conozco", explicó, a la vez que sostenía que
sentía más como madre a su abuela, pues Verónica
Castro se la pasaba trabajando para poder sostener económicamente
su hogar.
No obstante,
la idolatría que sentía por su madre lo hizo recapacitar
y en otra ocasión señaló que su padre y su
madre eran una sola persona que se llamaba Verónica Castro.
Después
de grabar dos discos más, de viajar, ofrecer conciertos
por América Latina y acumular varios reconocimientos, entre
ellos el Premio Lo Nuestro a la Mejor Canción por Nunca
Voy a Olvidarte en 1994, Mejor Artista Masculino en la categoría
Regional Mexicana en 1996 y Premio Especial "Jóvenes
con Legado" en el 2000, el joven decidió olvidarse
por un tiempo de su carrera musical y radicó un tiempo
en Nueva York para estudiar cine, porque su más grande
anhelo es dirigir una película.
Muchas veces
Cristian ha dejado ver su intención de convertirse en director,
en algunas ocasiones afirmó que ya había escrito
una historia a la que tituló Choro mata carita, en la que
dijo que participaría su madre como protagonista.
Sus berrinches
y sus amores
Más
que por sus relaciones amorosas, los escándalos de Cristian
Castro los ha determinado su poca diplomacia al manejar sus relaciones
públicas.
Como un buen
niño consentido, Cristian Castro ha manejado su carrera
hasta de manera berrinchuda. Nunca le ha importado ser puntual
en las citas concertadas con los medios de comunicación,
con quienes se ha portado incluso de manera impertinente.
Dueño
de un auto marca Lamborghini que le regaló su madre, Cristian
radicó un tiempo en Fisher Island, Miami, lugar que eligió
para independizarse de su familia, después de pasar la
mayor parte de su vida en México. Pero durante el 2000
regresó a su patria.
Desde que
inició de manera formal su carrera como cantante, el joven
ha sido considerado más intolerante que polémico.
Su informalidad
lo ha llevado a dejar más de dos horas esperando a los
medios citados por la disquera que distribuye su material, para
después declarar que él no los necesita para difundir
su material y darse a conocer con el público.
Entre sus
groserías y el carisma que ha logrado proyectar a un sector
del público femenino de América Latina, la fama
de Cristian crece día a día, lo mismo por sus canciones
que por sus amores o sus desplantes.
En su madre,
Cristian ha encontrado al mejor abogado, pues en varias ocasiones
ha sido Verónica Castro la que sale en su defensa, ya sea
para explicar la conducta de su hijo o para pedir que lo dejen
en paz.
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